miércoles, 28 de febrero de 2007

Warhol


Me dicen que se cumplen 20 años de la muerte de Andy Warhol y el domingo -de una tacada- veo dos películas: Yo disparé a Andy Warhol (1996) y Basquiat (1997).

La primera cuenta el episodio en el que una desquiciada atenta contra el artista y aunque es bastante aburrida, plasma bien el ambiente de la Factory.
En cuanto a Basquiat, sin ser mucho mejor, describe el surgimiento -y la caída- de la nueva estrella de la escena artística del Nueva York de los 80 amparado por Warhol y el todopoderoso Bischofberger. Eso si, como un aliciente más hay que decir que parte de la película está rodada en el suntuoso apartamento neoyorquino del genial Julian Schnabel.
De Warhol más que el pintor, me interesa el personaje, y más que el personaje el ambiente de "creación total" del que se supo rodear en la Factory.
Hace unos 15 años me interesaba mucho más; así que como estamos en un aniversario luctuoso, este no es tanto un recuerdo al artista muerto, como a aquel interés que también murió.





Imagen: Campbell's Soup I (Tomato) 1968

ARCO 2007


Sale uno de Arco pensando en dos cosas: los límites -y la estulticia- de la razón humana, y lo superada que está la clasificación figuración/abstracción.
Por comentar lo segundo; sabemos que el surgimiento de la pintura abstracta se produce simultáneamente al de la fotografía. Hasta ese momento el virtuosismo pictórico se identifica con la representación de la realidad lo más fielmente posible. Desde que surge la fotografía, se comprueba que por fiel que la pintura sea nunca lo llegará a ser tanto como esa instantánea que reproduce un instante preciso.
Por otra parte, se piensa que la pintura no tiene porque constreñirse a la representación de materia, sino también lo inmaterial: hasta el momento se venía representando un Bodegón, pero...¿cómo se representa el hambre? se podía también pintar una Maternidad, pero....¿como se pinta el amor?
Pues bien, como estas dos ideas justifican la feliz aparición de la pintura abstracta, tendremos que pensar si una "Instalación" es capaz también de representar -por ejemplo- el amor o e hambre.
Compruebo que en Arco, a pesar de que lo que se da en llamar pintura-pintura es aún omnipresente, lo que abunda de verdad son dos cosas: fotografia e instalaciones. Los dos puntos del círculo. ¿Se habrá cerrado ya ese círculo?





Imagen: dos abstracciones de Pepe Barragán

domingo, 18 de febrero de 2007

Al hilo de Arco, Breuer


Se supone que en una feria comercial la novedad debe estar siempre presente. Si la feria lo es de arte contempráneo, esa novedad es lo que la define.
En un sitio donde todos se esfuerzan por dar su grito más alto, y en hacer de la trasgresión su novedad, compruebo que hay un artista que año tras año presenta una misma obra. Pude traerlo la más moderna galería coreana o el clásico galerista neoyorquino.
El húngaro MarcelBreuer (1902-1981) tenía 23 años cuando creo un mueble de tubo de acero: el sillón modelo "B3", más conocido como Wassily, llamado así en honor al maestro de la Bauhaus Wassily Kandisky. Se inspiró para su creación en el manillar de la bicicleta "Adler".
En España serían José Manuel Aizpúrua y Ernesto Giménez Caballero los primeros en usarlo.





domingo, 11 de febrero de 2007

Matías Montero



Cada 9 de Febrero y desde hace 74 años se conmemora el asesinato de Matías Montero. Vuelve a casa después de vender por las calles de Madrid la revista "F.E." cuando dos tiros por la espalda acaban con sus 20 años en la esquina de la calle Marqués de Urquíjo con Álvarez Mendizábal.
El hecho de pensar que alguien muere por las ideas que tiene para hacer una España mejor resulta hoy inconcebible. Si esas ideas representan un cambio en el sistema político que implican una Revolución, el sujeto que arriesga su vida por ellas probablemente sea un loco.
¿Recuerda hoy alguien a Matías Montero? ¿Sirvio de algo su muerte? Dicen que cuando informaron a José Antonio de su muerte, este -que venía de una cacería- comentó que ese era el último acto frívolo al que acudía en su vida.
El pasado día 9 cien personas recordamos la muerte de Matías en el mismo sitio de su asesinato. Uno de los primeros luceros, 74 años luciendo.





Imagen: José Antonio y Ruiz de Alda salen del entierro de Matías Montero.