Supongo que será el subconsciente que nos relaciona una vanitas con el paso del tiempo, y con el año que acaba. El caso es que este último fin de semana nos lleva de nuevo a La Casa Encendida para -ya no hay colas- visitar la exposición Warhol sobre Warhol , donde se nos presentan los trabajos preparatorios de lo que luego fueron algunos de los iconos artísticos de siglo XX.
Pensándolo bien, ninguno como el arte Pop es tan apropiado para reflejar una vanitas, pues es la sociedad de consumo la que crea unos modelos que inmediatamente sustituye por otros. De este modo, según el conocido aforismo, el arte no está en los museos (donde sólo hay fósiles) sino que está en las estanterías de los supermercados.
Se ve que esto de la temporalidad, no sólo afecta al espíritu, sino también a la materia, pues nos hablan de la fragilidad de las famosas fotografías Polaroids y los acetatos de las películas y de las dificultades para su conservación.
Pasando lista, comprobamos que absolutamente todas las divas del cine warholiano (Edie Sedgwick, Nico...) están muertas víctimas de sus propios excesos, por lo que la última imagen del tempus fugit habremos de buscarla en el gran Joe Dallesandro. Palabras sobran.
Imagen: "SelfPortait with skull" 1973. © Andy Warhol Foundation.
Se ve que esto de la temporalidad, no sólo afecta al espíritu, sino también a la materia, pues nos hablan de la fragilidad de las famosas fotografías Polaroids y los acetatos de las películas y de las dificultades para su conservación.
Pasando lista, comprobamos que absolutamente todas las divas del cine warholiano (Edie Sedgwick, Nico...) están muertas víctimas de sus propios excesos, por lo que la última imagen del tempus fugit habremos de buscarla en el gran Joe Dallesandro. Palabras sobran.
Imagen: "SelfPortait with skull" 1973. © Andy Warhol Foundation.